Ustedes haciéndome famoso

lunes, 7 de enero de 2013

Crónica de una película porno criolla.



Como un “oso” pornográfico calificaría ese momento, ¿La trama? Si se le puede llamar así, consistía en que Adolfo (yo)  estaba de vacaciones en la paradisíaca ciudad de Barranquilla y al lado  de su primo Guillermo (el director) se propusieron hacer una “locura” sobre ruedas. Para  tan magno objetivo necesitaban a una linda mujer, que muy inocente y sin saber que le deparaba (risas) se subía al vehículo pensando que era uno más de los tantos que prestan el servicio  público  en la ciudad. Señores, así comienza mi crónica de una película porno…

Fue una mañana de Mayo, yo estaba algo nervioso. Ella, por el contrario, muy convencida. No podía dejar de pensar en el ruido ensordecedor de ese “bus” al andar. Ella usaba esa escena para hacer bromas y soltarse –y de qué manera-.  Mis movimientos eran torpes, no sabía qué hacer, lentamente me tomó la mano y la colocó en su paraíso. Me miró, la miré, me miré, reacción nula de mi parte y las risas de todo el personal que acompañaba no se hicieron esperar, ¡para el recuerdo!  -tranquilo, eso siempre pasa la primera vez- dijo ella, y bueno, para ser sinceros también lo dijo el director, que a su vez hacia de camarógrafo y maquillador “¡hay poco presupuesto!” “no te de miedo por tenerme tras tuyo, ¡sigue actuando!” unas de sus frases más célebres las cuales marcaron mi vida.

El show tenía que continuar y por ese “impase” no se iba a detener todo “¿Sabes cuánto costó la alquilada de este bus? ¡Tu sueldo! Así que más te vale que reacciones” fueron las siempre motivadoras palabras del director. –yo me encargo, esto lo soluciono en dos minutos- dijo ella con mucha seguridad.  Me sentó en la  cuarta banca del bus, mis ojos solo miraban su espalda (¡Dios que espalda!) hasta que se le dio por bajar su falda, obviamente centré mi atención en otro lugar y sin darme cuenta ella había conseguido lo propuesto, “Ahora sí, ¡A grabar!” dijo emocionado (un poco más de lo que realmente debería) el flamante y cotizado director.

Todo comenzó  con una corta  charla entre Guillermo y la inocente mujer, la cual tenía un nombre  poco creíble  para cualquier mundano y muy común en locaciones como burdeles, cabarets y salas de chats calientes, Salomé. Ella, aparentemente sorprendida por la cercanía de ambos y los chistes de mal gusto poco  a poco fue cediendo a las pretensiones de Guillermo, el cual  usando  técnicas de conquista poco efectivas en el mundo real, pero  que en este  mundo funcionan a la maravilla, logra  desprender de su ropa a la “inocente” mujer.

“¿Qué están haciendo?” “¡Yo no me quede  para  esto!” “Detente Adolfo” eran sus  líneas  en ese instante. Fue casi que imposible  no notar lo mala actriz  que era, sin embargo todo tenía que seguir, mi pena se había  ido y la emoción se apoderó de mi. Lastimosamente me excedí y mi “euforia” no pudo esperar a que la inocente dama al menos quitara su ropa, ¡Pasó  lo inevitable! Todos  me miraron consternados, nadie lo podía creer, cinco  segundos de silencio acompañados de burlas de todo el Staff de la producción, hasta  el chofer –pobre Sr Euclides, tocó llevarlo al hospital y todo- que debía estar  concentrado en la vía moría de la risa.

Salomé me miro con algo  de pena –se notaba que le gustaba- recogió sus cosas y dijo: “ahora lo volvemos a intentar” eso me lleno de tranquilidad. Fue una lástima que la dicha durara tan poco, el director casi que me tira del bus en movimiento, “¡Nunca debí creer en ti!” “¿Quién trajo a este precoz? ¿No le ven la cara? ¿Qué diablos estaban pensando?” al escuchar eso, recogí mi ropa e intenté  bajar del bus en movimiento no sin antes decirle unas cuantas cosas  al “productorcito” de quinta que estaba a cargo: “¿A usted  como se le  ocurre  crear un buen ambiente en un bus tan viejo? Esto  no es sano para ningún actor, si es que se le puede llamar así a este trabajo. Usted a mi no me viene a ofender, lo poco que hice solo fue por esa bella dama, ni el dinero me interesa. Recapacite, busque a Dios” después de esas sabias y francas palabras bajé  del bus.

“Desnudo pero  jamás indigno” se convirtió en mi lema de vida a  partir de ese momento, no importase cuan derrotado  o avergonzado  esté, siempre será mi esa mi filosofía. El  filme  o lo poco que se pudo grabar de él nunca salió  a la venta, jamás volví a ver a Salomé y mi vida cambió completamente. ¿O a quien no le cambia después de verse desnudo y de pié en un vehículo  que normalmente se  usa  para trasportar personas por toda una ciudad?


Glosario.
Trama: Dícese el contenido de alguna cosa, ya sea libro, película, obra de teatro, hasta la vida misma. Ejemplos: Ese libro  tiene una buena trama *Refiriéndose al contenido del  libro* Esa chica cada que la veo me trama más *Refiriéndose a lo  buena que esta la chica en mención*

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