Ustedes haciéndome famoso

martes, 24 de abril de 2012

Cuentos de los hermanos Rolongo: Parte I



“Esteban” es un personaje producto de la imaginación del autor. Cualquier parecido con la realidad créanme que es pura coincidencia.  @Futbolsocial no se hace responsable por la sensación causada en el lector después de leer esto –tienen vía libre para culparme sólo a mí-. Sobra decirles que estoy relatando en tercera persona.


Un día antes del “Clásico”

¡Mañana es el mejor  partido del año!! Que digo del año, ¡del siglo! Gracias Dios por crear tan maravilloso deporte,  por hacerme hincha de tan grandioso equipo (nótese el sentido de pertenencia) nadie me quita del televisor mañana a la 1 Pm, ¡nadie! Eres grande Mou, pero no más grande que el equipo que diriges, sé que conseguirás al menos dos títulos este año, ¡sos grande! –Por lo menos ya posee más de dos nacionalidades en este lapsus de tiempo, español y argentino-. Esos “Culés” no van a ver el balón mañana en su “campo nuevo” y den por perdida la liga, la champions, ¡todo! Este año es del Madrid.

¡HALA MADRID! -no recuerda exactamente que significa pero igual lo grita-, volveré de color merengue el TimeLine de mis seguidores en Twitter (creen que ese partido es el centro del mundo, y al ver que sus periodistas favoritos están expectantes también, se sienten grandiosos). Mira mamá, Marito Kempes le dio RT a mi Tweet. Sí madre, el jugador de Argentina, tú eres vieja lo debes recordar, ¿cierto? -ni a su madre respeta-  ¡Hoy es el mejor día de mi vida!, ah no, mentiras. ¡Mañana es el mejor día de mi vida!
Esa noche, Esteban  durmió muy contento, soñó que había hablado con “Mou” antes del partido y él había sido el primero en escuchar el once inicial (algo sin precedentes para estos hinchas, sentirse el  número 1)

El día del “clásico”

Suena el teléfono* ¿buenos días?  –hola Esteban, ¿como estas? Bueno espero que muy bien, seré concisa, tienes una hora para presentarte en la oficina, tenemos inventario y es obligatorio que estés- ¡¡NOOOOO!! No me haga esto jefa, llevo un año entero esperando este partido, ¡necesito verlo!- cuelgan el teléfono sin dar alguna explicación- *

¿Qué hago? Necesito ver ese partido, me desocuparé rápido y me inventaré cualquier excusa para salir temprano, acá pocos conocen mi gran devoción por mi equipo –pobre iluso, todo el mundo sabía su problema de fanatismo- así que actuaré normal, leeré twitter para informarme de lo que pasa –grave error, ya que por este medio dicen las horas que restan como lo hacen cuando el año va a terminar, su impaciencia y desespero aumentará-.

Ya no aguanto esta cuenta regresiva, guardaré el celular y me enfocaré en terminar rápido esto, no puedo perderme ese partido, ¡es tu fin Barcelona! –Si desea imagine una leve risa malévola y demente, puede funcionar para imaginar la situación- hoy Cristiano hará dos goles y Pepe no dejará en paz al “enano” ese, ¡eres grande! ¡Somos grandes! ¡HALA MADRID!... pero, yo estoy acá encerrado en este inventario y no veo la hora de terminar, no sé que hacer tío, ¡joder! –Identidad totalmente perdida, momento cumbre donde su nacionalidad española  sale a flote-

Ya sólo falta media hora para que comience, lo pondré acá en la oficina, tiene que servir. Hablaré con todos estos “culés” y los convenceré de ver el partido. ¡Al diablo el inventario! Bueno, no quiero problemas con mi jefa, mejor  termino el último conteo y me dedico  solamente a ver el partido. ¡Qué inteligente soy, lo lograré!

Esteban no contaba con que el internet de su empresa tenía demasiadas restricciones, ¡claro! ¿Qué persona con la razón totalmente perdida puede pensar dos segundos y darse cuenta que está en una empresa?

Al final Esteban  no pudo ver el partido, además perdió el trabajo, ya que su desespero lo llevo a gritarle a todo el personal “los culés iban a quedar en vergüenza hoy” –y fue así, para fortuna de él- “esto no sirve de nada, el Clásico es mucho más importante” lo que tuvo como consecuencia su despido y una pregunta al aire ¿valió la pena? –Sí, claro que sí, los culés perdieron no pudieron con nosotros, ¡HALA MADRID!, diría Esteban o alguno de ustedes iguales a él-

El fanatismo es más grave de lo que parece. Ustedes pensarán: “pero esto no le hace daño a nadie” “un problema real son los desadaptados que matan y destruyen por un equipo” “en Colombia no hay nada bueno, ¿voy a volverme hincha del Itagüí?” y tal vez tengan razón, pero entonces ustedes viven el fútbol de una forma diferente, no hay nada más placentero que gritar: “oye arbitro hijode”… en un estadio lleno, o ver como entra un golazo de tiro libre en semifinales y abrazarse con el que está al lado –intenten ubicarse siempre cerca de una mujer, no querrán que los miren raro – Formas diferentes de ver las cosas, para gustos los colores como dicen los mas sabios maestros urbanos del sur.

Disfrutar lo que se puede ver en vivo y en directo, eso si es pasión. Sentir admiración por alguno que otro equipo, pero sin llegar al punto de parecer un lunático. Y lo más importante en estos momentos, analizar a los  “Estebanes” que se desviven por equipos que tal vez nunca verán y así entregar cada semana los resultados de dicho análisis escribiendo algo nuevo. 



Esperen la versión “barcelonistica farandulera” de este clásico (para mi y para muchos el Barca solo es una moda) relatando la historia de Marianita, la niña de 15 añitos hincha del Barcelona. 

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